El daño a los canales de Xochimilco y la zona de humedales por la construcción de la nueva Autopista Urbana Oriente, que abarcaría la zona de Muyuguarda hasta la calzada Ignacio Zaragoza, implicaría un daño a la identidad nacional y a la cultura que se ha formado en la capital que durante años supo convivir con la naturaleza, aseguró la arquitecta paisajista Mónica Pallares.
“Desde el punto de vista social, cultural e histórico significaría perder una parte de la identidad mexicana. Creo que parte de esos principios de respeto al ambiente se están perdiendo porque perdemos esas raíces tan importantes”, dijo la especialista quien además aseguró que la decisión de construir una autopista en dicha zona, debe ser bien pensada y fundamentada ya que implicaría la afectación de Xochimilco y de las personas que viven a su alrededor.
“Por esa falta de conocimiento y falta de sensibilidad se han perdido muchos paisajes importantes a nivel mundial”, dijo la académica. “Lo que pasa en Xochimilco es el ejemplo de porqué se necesita contar con elementos legales para defender este patrimonio y que no se pierda por una mala decisión gubernamental”.
La también editora de La Hoja, boletín de la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México, aseguró que la construcción de estas autopistas a nivel mundial nunca han funcionado porque no resuelven el problema de raíz de las ciudades urbanizadas.
“Lo que se tiene que repensar es la planeación de las ciudades y la forma de mejorar el transporte público, lo que haría que disminuyera en gran porcentaje el transporte vehicular. Hay que pensar en el cambio tan radical que puede provocar el construir una autopista en una zona que conserva un valor ambiental tan grande como Xochimilco”, afirmó.
No sólo se trata de un cambio radical urbano desde el aspecto visual, sino que también es una afectación a los valores ambientales de un lugar, que entre otros aspectos sirve como refugio de aves, dijo.
La arquitecta recordó que toda la zona de Xochimilco que se pretenden destruir formó parte de un proyecto que hace más de 15 años fue planeado por uno de los mejores despachos de arquitectos de paisaje más importante de México.
“Estos camellones son parte de ese proyecto ecológico porque son humedales que ligan con la parte de Xochimilco y los lagos. Tienen una función muy importante desde el punto de vista ecológico ya que es una zona que ayuda a amortiguar el daño que está sufriendo la zona por el crecimiento de la mancha urbana”.
Un daño, que de acuerdo a la especialista se ha dado paulatinamente con el paso del tiempo ya que se le ha perdido respeto a las áreas verdes y a los elementos que son importantes para una ciudad que se ha convertido en una “superficie dura que no tiene como filtrar agua ni donde limpiar el aire”.
“De lo que se trata es de vincular al ser humano con la naturaleza en espacios creados, espacios recreativos con desarrollo al aire libre en donde haya zonas verdes donde convivir, descansar y disfrutar. Lamentablemente no existe una planeación a largo plazo ya que cada que viene un gobierno nuevo cambian los planes y eso finalmente no lleva a nada”, puntualizó.